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Posiblemente cuando pensamos en Berlín nos vienen a la cabeza las clases de historia del colegio o del instituto. Pero esta ciudad es mucho más que unas líneas en la historia. Berlín está considerado uno de los centros culturales y artísticos a nivel mundial, una gran metrópoli donde disfrutar y crecer culturalmente.
Algunos de los lugares más importantes de la ciudad tienen una vinculación con la historia convulsa del país. No hay que dejar de emocionarse visitando el Muro de Berlín, o mejor dicho, alguno de los tramos que aún siguen de pie como recuerdo de lo que ocurría a uno y a otro lado. También el Checkpoint Charlie, uno de los accesos para extranjeros que existía en Berlín. El Memorial del Holocausto nos ayudará a no olvidar a las víctimas para no volver a tropezar en la misma piedra. Y por supuesto, la magnífica Puerta de Brandenburgo, que además de su gran belleza posee un significado muy especial para los alemanes (y para todo el mundo) ya que es símbolo de la reunificación del país. No podemos perdernos la vista que el Reichstag (donde se sitúa el parlamento federal) nos ofrece al caer la noche.
En cuanto a los museos, Berlín posee un espacio declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, llamado la Isla de los Museos o Museumsinsel, donde encontramos algunos de los museos de mayor importancia a nivel mundial. Alguno de estos son el Museo Antiguo, el Museo Bode, o el Museo Nuevo. Y es que para los amantes del arte, Berlín es el destino ideal.
Por las calles de Berlín podemos descubrir pequeñas maravillas que nos dejarán boquiabiertos. Desde mercadillos de antigüedades, de productos de segunda mano o de artículos artísticos. Todo cabe en el espíritu bohemio de Berlín. No podemos visitar la ciudad sin pasear por East Side Gallery, donde encontramos los grafitis más espectaculares al aire libre. Así como conocer el Centro Cultural Tacheles, donde el movimiento artístico y el okupa se funden en uno para crear una subcultura autónoma y libre. Y para descansar nada mejor que pararnos en algunos de los bares que encontremos a nuestro paso para degustar alguna de las cervezas y de los platos de la gastronomía alemana.
Pero es que Berlín además es punto al que mira la industria del cine, ya que la ciudad es sede del Festival Internacional de Cine de Berlín, donde año tras año se premian las mejores películas. A su vez, Berlín también acoge el Love Parade, uno de los festivales tecno más importantes del mundo que hubo hasta 2006 ya que en el 2007 por motivos burocráticos no se celebró.
Berlín tiene tanto que ofrecer que es muy difícil conocerlo en poco tiempo, por lo que lo mejor es dedicar una temporada a la ciudad y sus alrededores. Y ahora que el aprendizaje de idiomas es algo tan importante en nuestro currículum vitae, sumado a la creciente influencia del país germano, son muchas las escuelas de idiomas como ESL que han diseñado programas especializados para realizar cursos de alemán en Alemania y poder compaginarlos con otros estudios, trabajos o visitas culturales. Quizá hasta el viaje a Alemania nos sirva como garantía de futuro.
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